Stephen King
Stephen King

«Cuando tuve catorce años (y me afeitaba dos veces por semana, hiciera o no falta), el clavo de mi pared ya no aguantaba el peso de todas las notas de devolución que había ido acumulando. Lo sustituí por uno más largo y seguí escribiendo. A los dieciséis ya había recibido algunas notas con mensajes a mano un poco más alentadores que el consejo de no grapar y usar clips. La primera de las notas esperanzadoras era de Algis Budrys, a la Mientras escribosazón director de Fantasy and Science Fiction, que leyó un cuento mío titulado “La noche del tigre” (creo que inspirado en un episodio de El fugitivo donde el doctor Richard Kimble trabaja en un zoo o un circo limpiando jaulas) y escribió: “El cuento es bueno. No está en nuestra línea, pero es bueno. Tiene usted talento. Envíenos más cosas.”

Sólo eran cuatro frases cortas garabateadas con una pluma que manchaba mucho, pero alegraron el triste invierno de mis dieciséis años. Unos diez años más larde, cuando ya había vendido un par de novelas, descubrí “La noche del tigre” en una caja de originales viejos y consideré que seguía siendo un relato muy digno, aunque se notará que lo había escrito un principiante. Entonces lo reescribí y me di el capricho de volver a enviarlo a F & SF. Esta vez, lo aceptaron. He observado que, cuando ya has tenido un poco de éxito, las revistas recurren bastante menos a la fórmula “No está en nuestra línea»».

Stephen King
Mientras escribo

Miguel Dimase
Miguel Dimasehttps://migueldimase.com
Buena parte de mi vida la dedico desde siempre a estudiar, a aprender y a comprender. Otra parte, a mejorar deliberadamente cómo hacerlo. Desde hace mucho intento ayudar comunicando lo que estudié, lo que aprendí y lo que comprendí. Dicen que lo logro.

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