«En el Waziristán se castiga a las adúlteras cortándoles la nariz. Son tantas las desnarigadas, que un mercader de Bannu ha tenido la ocurrencia de importar narices. Vende esos apéndices por doce dólares cada uno a los cónyuges arrepentidos de haber vindicado su honor con irreparable precipitación por mera, infundada sospecha».
Allan Gordon Sinclair
Miguel Dimasehttps://migueldimase.com
Buena parte de mi vida la dedico desde siempre a estudiar, a aprender y a comprender.
Otra parte, a mejorar deliberadamente cómo hacerlo.
Desde hace mucho intento ayudar comunicando lo que estudié, lo que aprendí y lo que comprendí.
Dicen que lo logro.