«Yo estaba disconforme con mi comportamiento, aunque achacaba mis desórdenes a potencias interiores irreductibles y a un juego de factores externos inescrutables, invisiblemente montados para provocar mi turbación. Este cerco inductor, pensaba yo, en determinado momento me volcaba en actos no deseados, ocasionalmente seductores y capaces de transformarse, a posteriori, en algo repelente y abominable. Después de este razonamiento me tomaba la duda de que fuese algo meramente de orden moral y sospechaba que si yo hubiese sabido pronunciarme, escoger, antes, no en el momento mismo del acto tentador, sino en la etapa de sus orígenes, podría haberme salvado. Al llegar a este punto, también tachaba la reflexión formulada, convencido de que igualmente en el momento último se puede elegir».
Miguel Dimasehttps://migueldimase.com
Buena parte de mi vida la dedico desde siempre a estudiar, a aprender y a comprender.
Otra parte, a mejorar deliberadamente cómo hacerlo.
Desde hace mucho intento ayudar comunicando lo que estudié, lo que aprendí y lo que comprendí.
Dicen que lo logro.