
«Un espectáculo que deprime al hombre y le hace estremecerse es el de la mujer que mira a otra de arriba abajo para ver cómo va vestida. La mirada fría y cortante de unos ojos de mujer en tal examen, el súbito endurecimiento de su expresión y la evaporación inmediata de toda calidad humana, son motivo razonable para que el hombre tema a la mujer».