
«—Y además el estilo de vida del cantante suele ser la antítesis de los pibes que los siguen.
—Sí, absolutamente. Por eso también es divertido hacer humor con la distancia abismal entre Mick Jagger y un rolinga […]. Ahí tenés un chiste sin hacer nada: la adopción de la vestimenta, el flequillo, el pañuelo, cómo surge ese tipo de moda que se replica y se repite cuando se supone que el rock es justamente rebelarse contra lo impuesto, contra la autoridad. Incluso cuando veo en un recital un punk muy producido, o uno perfectamente disfrazado y preocupado de rolinga y con toda la parafernalia montada para ser el mejor o el ricotero más ricotero de todos, me da como un cierto cariño. Es más, creo que es el momento de premiar al punk del año o al ricotero del año, premio a la cresta más lograda…».
Gustavo Sala
