Galileo | Ernesto Sabato

Ernesto Sabato
Ernesto Sabato

“Galileo fue escasamente lo que se llama una persona bien educada. Ya antes de ser profesor en la Universidad de Pisa era famoso por sus bromas contra la escuela aristotélica; cuando comenzó a enseñar en la facultad declaró que las teorías de Aristóteles no eran dignas del menor respeto; escribió un libro en que Uno y el universoridiculizaba el afán académico por la toga; salía a beber con sus alumnos; componía versos de amor; armaba pendencia con los colegas peripatéticos y se divertía en refutar sus teoría arrojando piedras desde lo alto de la torre inclinada. En pocas palabras: usó los métodos más eficaces para lograr mala fama en los círculos filosóficamente decentes de la ciudad de Pisa.

La esclavitud de los negros en el Nuevo Mundo | Marguerite Yourcenar

Marguerite Yourcenar
Marguerite Yourcenar

“Desde 1501, los españoles introdujeron negros en el archipiélago caribe; unos años más tarde, y por una de las ironías más crueles de la historia, Las Casas, el admirable defensor de las poblaciones indias oprimidas por la conquista española, pidió a Carlos V que permitiese a cada colono establecido en el territorio de la Nueva España la importación de una docena de esclavos negros, para aliviar a los indios condenados a trabajar en las minas. Este hombre vivió lo bastante para arrepentirse de su intervención.

Divulgación | Ernesto Sabato

Ernesto Sabato
Ernesto Sabato

“Alguien me pide una explicación de la teoría de Einstein. Con mucho entusiasmo, le hablo de tensores y geodésicas tetradimensionales.

Uno y el universo-No he entendido una sola palabra –me dice, estupefacto.

Reflexiono unos instantes y luego, con menos entusiasmo, le doy un explicación menos técnica, conservando algunas geodésicas, pero haciendo intervenir aviadores y disparos de revólver.

Poema XXXIX | José Martí

Versos sencillos

José Martí
José Martí

Cultivo una rosa blanca
en junio como en enero
para el amigo sincero
que me da su mano franca.

Y para el cruel que me arranca
el corazón con que vivo,
cardo ni ortiga cultivo;
cultivo la rosa blanca.

 

José Martí
«Poema XXXIX»
Versos sencillos

Poema XV | Pablo Neruda

Pablo Neruda
Pablo Neruda

Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.

Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.

Traspaso de préstamos | Orrick Johns

Traspaso de préstamos | Orrick Johns

Orrick Johns
Orrick Johns

«Un día, el escultor Jo Davidson, me entregó un cheque, diciéndome: «Creí que pudiera hacerle falta». Realmente necesitaba dinero y, como tenía algunas esperanzas de poderlo pagar, lo acepté.

Tú me quieres blanca | Alfonsina Storni

Alfonsina Storni
Alfonsina Storni
Alfonsina Storni
Alfonsina Storni

Tú me quieres alba,
Me quieres de espumas,
Me quieres de nácar.
Que sea azucena
Sobre todas, casta.
De perfume tenue
Corola cerrada.

Dios | Girolamo Savonarola

Girolamo Savonarola
Girolamo Savonarola
Girolamo Savonarola
Girolamo Savonarola

Dicen que no comprendo Tu Existencia,
que el fuego de los réprobos me quema,
que mi lengua sin cesar blasfema
y que no entiendo la palabra DIOS.

Dicen que no Te busco ni Te imploro
Ni Tus Grandezas infinitas veo,
Dicen que tengo el corazón de ateo
Y que mi labio te maldice. NO!

Voy a dormir | Alfonsina Storni

Alfonsina Storni
Alfonsina Storni
Alfonsina Storni
Alfonsina Storni

Dientes de flores, cofia de rocío,
manos de hierbas, tú, nodriza fina,
tenme prestas las sábanas terrosas
y el edredón de musgos escardados.

Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame.
Ponme una lámpara a la cabecera;
una constelación; la que te guste;
todas son buenas; bájala un poquito.

VoyADormirDéjame sola: oyes romper los brotes…
te acuna un pie celeste desde arriba
y un pájaro te traza unos compases

para que olvides… Gracias. Ah, un encargo:
si él llama nuevamente por teléfono
le dices que no insista, que he salido…

Alfonsina Storni
«Voy a dormir», Diario La Nación, octubre de 1938

Siete sonetos medicinales | Almafuerte

Almafuerte
Almafuerte

¡AVANTI!

Si te postran diez veces, te levantas
Otras diez, otras cien, otras quinientas…
No han de ser tus caídas tan violentas
Ni tampoco, por ley, han de ser tantas.

Con el hambre genial con que las plantas
Asimilan el humus avarientas,
Deglutiendo el rencor de las afrentas
Se formaron los santos y las santas.

Obsesión casi asnal, para ser fuerte,
Nada más necesita la criatura,
Y en cualquier infeliz se me figura
Que se rompen las garras de la suerte…

¡Todos los incurables tienen cura
Cinco segundos antes de la muerte!

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