Entonces, Almitra habló otra vez: ¿Qué nos diréis sobre el Matrimonio, Maestro?
Y él respondió, diciendo:
Nacisteis juntos y juntos para siempre. Estaréis juntos cuando las alas blancas de la muerte esparzan vuestros días. Sí; estaréis juntos aun en la memoria silenciosa de Dios. Pero dejad que haya espacios en vuestra cercanía.
«En lugar de anunciar una nueva era de vida fácil, la revolución agrícola dejó a los agricultores con una vida generalmente más difícil y menos satisfactoria que la de los cazadores-recolectores.
«Para nosotros es fácil aceptar que la división de la gente en «superiores» y «plebeyos» es una invención de la imaginación. Pero la idea de que todos los humanos son iguales también es un mito. ¿En qué sentido todos los humanos son iguales entre sí? ¿Existe alguna realidad objetiva, fuera de la imaginación humana, en la que seamos realmente iguales? ¿Son todos los humanos iguales desde el punto de vista biológico?
«La vida en las aldeas aportó ciertamente a los primeros agricultores algunos beneficios inmediatos, como una mejor protección contra los animales salvajes, la lluvia y el frío. Pero para la persona media, las desventajas probablemente sobrepasaban a las ventajas.
«Hoy, y en cada Viernes Santo, el hombre despierta de su profundo sueño y se pone de pie ante las sombras de las edades, y, con los ojos llenos de lágrimas mira hacia el Gólgota contemplando a Jesús el Nazareno clavado en su cruz… Pero cuando el sol se pone y anochece, vuelve a ponerse de rodillas para adorar a sus ídolos cotidianos, levantados en todos los rincones de su vida.
“Es un error capital teorizar antes de tener datos. Sin darse cuenta, uno empieza a deformar los hechos para que se ajusten a las teorías, en lugar de ajustar las teorías a los hechos”.
Arthur Conan Doyle «Escándalo en Bohemia» Obras completas de Sherlock Holmes 2
«Govinda dijo entonces: -¡Oh Siddhartha!, me parece que la chanza sigue gustándote. Que no hayas seguido maestro alguno, lo creo y lo sé. ¿Pero no has hallado, no diré una doctrina, sino ciertas ideas, ciertos conocimientos, que te pertenezcan cabalmente y con arreglo a los cuales orientas tu vida? Si te fuera posible hablarme de estas cosas, harías mi felicidad.
-Sí. A veces vinieron a mí, pensamientos, conocimientos. Por una hora o un día, los efectos del saber agitáronse en mi alma como la vida en el corazón. Ciertamente se trataba de ideas, mas harto difícil me sería comunicártelas. Escucha, mi buen Govinda, uno de los pensamientos míos: la sabiduría no se transmite. La ciencia que el sabio intenta comunicar suena siempre a locura.